lunes, 7 de diciembre de 2009

Página Frenética 71: Las calles de Arena, de Paco Roca


Roca, Paco
“Las calles de arena”

Bilbao: Astiberri, 2009. 102 p.
ISBN: 978-84-96815-91-9

“Las calles de arena”

… O el día en que Paco Roca cayó en una madriguera y se adentró en un barrio fantástico de calles movedizas, donde un hombre sin nombre perdió su camino de vuelta a casa.

La odisea comienza cuando el protagonista, un joven que acude impuntual a una cita con su novia, intenta cruzar el barrio antiguo con una estatua, tamaño natural, de Corto Maltés bajo el brazo. Incapaz de encontrar la salida en ese laberinto de callejuelas, se ve atrapado en una cotidianeidad implacable, repleta de personajes tan absurdamente reales como extraordinarios.

Una recepcionista que no consigue un día libre, un operario que siempre repara la misma avería, un hombre atrapado que consume los días comprobando que tiene todo lo que necesita para escapar, otro hombre que espera la muerte dentro de un ataúd, un aventurero con agorafobia y una joven cartera que sólo se comunica por carta.

Personajes convertidos en iconos que traslucen una mirada aguda y sensible a las relaciones humanas del siglo XXI. Y tal vez, símbolos del subconsciente colectivo de esta sociedad paradójica que nos impulsa a seguir por caminos que en realidad no son los que queremos transitar.

Sin lugar a dudas, el personaje que más me ha conmovido es el de la joven cartera que en sus escritos (porque no habla) nos deja perlas como ésta:

“Estimado hombre sin nombre:

Estaría encantada de que pudiésemos vernos de nuevo. Como dedico medio día a escribir las cartas y el otro medio a repartirlas, apenas tengo tiempo libre.”

O ésta:

“Necesito contarle a la gente lo que siento. Escribo porque me siento sola.”

Una lúcida interpretación de las relaciones en la era de Internet que Paco Roca sitúa en el barrio antiguo, ese lugar convertido en el absurdo reflejo de nuestra realidad cotidiana y al mismo tiempo un escenario donde los deseos son poderosos, que nos alienta a seguir soñando en libertad.

Fantasía y realidad chocan en estas calles de arena. Personajes encerrados en bucles, circunstancias que encarcelan, que oprimen, que convierten la vida en una sucesión de días sin escapatoria. Es una historia sombría en la que, por fortuna vence la fantasía.

Transitando por estas calles, encontramos a Borges, a Kafka y a Cortázar, autores empeñados en mostrarnos los caminos misteriosos que recorremos sin ni siquiera ser conscientes de los deseos o ilusiones que guían nuestros pasos.

Pero aquí no acaban los guiños que arrancan sonrisas. El hombre corriendo por la calles con la estatua bajo el brazo me ha transportado a la película “After hours” de Scorsese. El Doppelgänger ladrón de identidades al Yehudi Smith que encontramos en “La noche a través del espejo” de Fredric Brown, obra que por supuesto es un homenaje a Lewis Carroll.


No en vano Paco Roca escoge esta cita para abrirnos las puertas de sus calles de arena.


- ¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?
- Eso depende mucho de adónde quieres ir – respondió el Gato.
- Poco me preocupa dónde ir – respondió Alicia.
- Entonces, poco importa el camino que tomes – replicó el Gato.



Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll