El cineasta francés Nicolas Bary, cuenta que con nueve años descubrió el libro de Henry Winterfield, Timpetill. Die Stadt Ohne Eltern, y desde entonces, la historia nunca le ha abandonado.
Ese encuentro infantil, ya se proyectó en su cortometraje Before, basado en el mismo relato. Y ahora, por fin, tras conseguir comprar los derechos del libro para rodar el largometraje, no sólo nos presenta su debut cinematográfico, sino también un sueño cumplido.
Sinopsis:
En el pueblo de Timpelbach, los niños no hacen más que travesuras y se resisten a cualquier clase de autoridad.
Al borde de un ataque de nervios, los padres deciden marcharse del pueblo…pensando que va a ser solamente durante un día.
¡Un pueblo sin padres! No es una mala noticia para todo el mundo. Dos bandas de niños solos se enfrentan entonces por el control del lugar.
Con esta premisa, atravesamos la atmósfera fantástica, de cuento de hadas, que envuelve la película para introducirnos en un pueblo de ensueño lleno de detalles encantadores. Un lugar en el que los decorados conectan con el rico universo infantil y el vestuario huele a tinta de dibujante. La fotografía, la música, los paisajes, todo gira en torno a esta historia mágica que tan bien sostienen sus jóvenes protagonistas. Porque no nos engañemos, son ellos los que cargan con todo el peso de la película. Son ellos los que brillan.
En Timpelbach, los adultos hacen bien en abandonar el pueblo y así librarnos de los momentos más grises y aburridos. Hay algo que cojea en esa decisión trágica e irrevocable de marcharse por no poder soportar las gamberradas de los niños -personalmente, me parecieron casi angelicales- . Carole Bouquet destaca un poco más que Gerard Depardieu quien, bueno, se limita a hacer bulto.
Desde luego, los momentos más interesantes se producen a partir de que los niños se quedan solos y toman el pueblo. Nicolas Bary nos regala deliciosas imágenes, políticamente incorrectas, en esa taverna convertida en cuartel general del lado oscuro. Mientras que los niños responsables se refugian en una casa, al abrigo de un buen fuego, y reflexionan sobre la mejor manera de organizarse.
Pocos gags para una historia que podría haber explotado más su vertiente cómica para equilibrar cierto exceso de dramatismo. Eso sí, Los niños de Timpelbach , es una gran aventura que explora ciertas fronteras de la condición humana y reflexiona sobre ellas con acierto.
Sinopsis:
En el pueblo de Timpelbach, los niños no hacen más que travesuras y se resisten a cualquier clase de autoridad.
Al borde de un ataque de nervios, los padres deciden marcharse del pueblo…pensando que va a ser solamente durante un día.
¡Un pueblo sin padres! No es una mala noticia para todo el mundo. Dos bandas de niños solos se enfrentan entonces por el control del lugar.
Con esta premisa, atravesamos la atmósfera fantástica, de cuento de hadas, que envuelve la película para introducirnos en un pueblo de ensueño lleno de detalles encantadores. Un lugar en el que los decorados conectan con el rico universo infantil y el vestuario huele a tinta de dibujante. La fotografía, la música, los paisajes, todo gira en torno a esta historia mágica que tan bien sostienen sus jóvenes protagonistas. Porque no nos engañemos, son ellos los que cargan con todo el peso de la película. Son ellos los que brillan.
En Timpelbach, los adultos hacen bien en abandonar el pueblo y así librarnos de los momentos más grises y aburridos. Hay algo que cojea en esa decisión trágica e irrevocable de marcharse por no poder soportar las gamberradas de los niños -personalmente, me parecieron casi angelicales- . Carole Bouquet destaca un poco más que Gerard Depardieu quien, bueno, se limita a hacer bulto.
Desde luego, los momentos más interesantes se producen a partir de que los niños se quedan solos y toman el pueblo. Nicolas Bary nos regala deliciosas imágenes, políticamente incorrectas, en esa taverna convertida en cuartel general del lado oscuro. Mientras que los niños responsables se refugian en una casa, al abrigo de un buen fuego, y reflexionan sobre la mejor manera de organizarse.
Pocos gags para una historia que podría haber explotado más su vertiente cómica para equilibrar cierto exceso de dramatismo. Eso sí, Los niños de Timpelbach , es una gran aventura que explora ciertas fronteras de la condición humana y reflexiona sobre ellas con acierto.
Además, la película obtuvo el Premio Enfants Terribles al Mejor largometraje para Menores de 13 años del Festival Internacional de Cine de Gijón.
Lo mejor: ¡La imaginación al poder!
Lo peor: La débil interpretación de los adultos. Flaco favor le hace al conjunto de la película.
8 comentarios:
Un poble sense pares i tot de nens sols? Oh! Això és únic! Me l'apunto.
¡Oh! Interesante. Me apunto la película, en un principio la descarté, pero parece mejor de lo que pensaba.
Gracias por la recomendación.
...precisamente la vi el domingo y estoy de acuerdísimo con tu comentario, el planteamiento es muy bueno pero....
...respecto a mi faceta "poética" debo agradecerte los comentarios que me han hecho ruborizar, muchas gracias y si quieres por supuesto que te enviaré mas...
...en el primer libro que publiqué habia six fucking haikus que en realidad no eran haikus pero así los llamé: uno de ellos es este:
tatuaré el teu nom
a l'escorça centenaria
d'un vell roble
has visto la última de Scorsese?
salut
..en el presunto Haiku donde dice roble debe decir roure, claro, en definitiva queda así:
tatuaré el teu nom
a l'escorça centenaria
d'un vell roure
(sorry)
Creo que vale la pena ver Los niños de Timpelbach, sobretodo por su estética de cuento que me recordó a la de "Babe, el cerdito valiente" (¡me encanta Babe y la II parte también!!) . Pero... tal como dice Robert, la manera de llevar la historia a la pantalla no acaba de funcionar. Dejémoslo ahí.
La que sí recomiendo sin lugar a dudas es "Reikiavik Rotterdam" (me parece que lo he escrito bien). Un thriller con protas guapos, historias cercanas, que te hace saltar del asiento, a la vez que arranca carcajadas. 'Una gran película! A ver si encuentro un momento para escribir la reseña. Ya sabéis, para "Criaturas de la noche".
Y la última de Scorsese, pues todavía no la he visto. Parece que es muy buena, no pienso perdérmela.
¡Saludos!
El haiku arrebatador. ^_^
Cada vez tengo más claro que el día que me enamore de verdad me haré un tatoo. En mi cuerpo, dejaremos a los árboles centenarios tranquilos. Lo que todavía no he decidido si será en plan taleguero " Manolo Forever" o algo así, o algo más místico. No sé, no sé. Bueno, sí sé. PAra un tatoo que me haré en la vida lo haré lo más artístico posible.
¡Decidido! Ahora sólo me falta encontrar el amor.
¡Saludos!
Me ha hecho gracia lo de Depardie... que hace bulto. Pues supongo que bastante bulto... ;)
¡No me refería al físico! Bastante tengo con preocuparme del mío como para irme fijando en el de los demás. Pero un actor reputado, debería tomarse más en serio su trabajo, aunque sea una película de niños. Además, estoy mosca porque interpreta a Alejandro Dumas (que era mulato). Seguro que hay actores que se ajustarían más al perfil del GRAN escritor.
Intereses, intereses..... ¡Buaggg!
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